Mi esposa y yo salimos esta tarde a comer en una de las sucursales de Athens Pizza, que según ella me había explicado hace dos semanas, quedaba a tiro de piedra de nuestra casa, craso error.
Después de llegar a casa, visitar el baño ya que tenia la vejiga llena y salir a pie rumbo al restaurante, me dice ella – ¿sabes dónde queda Papa Johns? Bueno, el Athens al que vamos está al lado – después de articular muy vehemente mente mi disgusto, ya a medio camino, no de Athens, sino de donde yo creía quedaba el Athens, damos media vuelta, tomamos rumbo a la casa y montados en el auto, arrancamos camino al restaurante con un hambre del tamaño de Darién.
Para ser las casi seis PM el trafico estaba bastante sosegado, pero nada nos quito las dos vueltas alrededor del micro centro comercial donde estaba al restaurante en busca de donde estacionar, por fin dejo a buen recaudo mi vehículo en el estacionamiento del edificio y subimos las escaleras camino al comedero.
El restaurante, un pequeño local donde a lo sumo cabrían unas quince mesas, estaba decorado con el tradicional color blanco con acento azul de la cadena, unas ventanas falsas en la pared y el sobrio y espartano complemento en las mesas.
Pedimos lo mismo que siempre que cuando vamos al restaurante, mi esposa su sencilla pizza de pepperoni, con su veneno de coka y yo mi calzone de combinación con soda de naranja.
Grande fue la sorpresa cuando la mesera nos trajo a los pocos minutos, mi calzone con la pizza de… ho ho… combinación ¿Cómo… combinación? Hey una pizza personal con una variopinta alegoría de ingredientes, que se veía bien cocidos, pero no eran los pepperoni que esperábamos la acompañaran, aun así, ante tan generosa cantidad de ingredientes lo pensamos bien antes de quejarnos y solicitar nos lo cambiaran por el plato requerido.
Ataco mi calzone y para mi decepción la porción de picante de la casa languidecía comparada con la que nos daban en otras sucursales, verán, Athens es uno de nuestros restaurantes favoritos, desde que eran solo dos sucursales, una en Marbella y la otra por el Dorado, la comida es buena, los precios competentes y la atención de lo más normal, hemos visitado las otras sucursales, así que puedo decir que los conozco bien.
Llevaba poco más de la mitad de mi calzone de combinación y evaluaba como hacer para que me cupiese el restante y que no me causara indigestión o cuando menos llenura, cuando mi esposa me comenta – oye esta pizza esta buena, tiene bastante pepperoni y el queso es muy abundante. Cuando caigo en cuenta de que me pasaba lo mismo con el calzone, no es que las porciones en el restaurante sean pobres, pero al pasar de los años ya no son lo mismo y bueno, han disminuido, pero estas, estas porciones estaban bien abundantes, al punto de que tuve que pedir mis sobras para llevar.
Es por esto que les recomiendo la sucursal de la 12 octubre, no se si le caímos bien al personal o fue un afortunado error, pero esta velada fue una sorpresa, la calidad no decepciono y la cantidad, vaya si fue buena.
Con esto doy por terminado mi descripción de los hechos y los dejo, ya que tengo unas sobras de calzone que pienso acabar.
